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Un presupuesto hace referencia a la cantidad de dinero que se necesita para afrontar cierta cantidad de gastos necesarios para un proyecto.
Podríamos definirlo como una cifra anticipada o estimada del costo para alcanzar cierto objetivo.
Entonces, presupuesto, ¿qué es? Es un estimado de lo que vamos a necesitar para llevar a cabo una compra, un trabajo, o financiación de un proyecto. Es uno de los pilares del plan de negocios y personales que nos previene y nos ayuda a evitar las deudas.
Un presupuesto familiar o personal, es un documento en el que proyectamos los ingresos de nuestro trabajo (y/o de nuestros familiares) y los egresos, que son los gastos que tenemos para cubrir nuestras necesidades familiares o deudas.
Tener tu propio presupuesto familiar o personal te ayuda a:
Sobre todo esto, lo más importante es que elaborar tu propio presupuesto personal es que lleves un mayor control de tus egresos, asegurándose que siempre la diferencia entre los ingresos y los egresos sea la mayor posible.
Antes de empezar a determinar montos, gastos, ingresos y demás, hay algunas preguntas que debes plantearte para poder guiarte con mayor facilidad y estar al tanto de tu realidad financiera:
Una vez tengas una respuesta honesta para todas estas preguntas, puedes empezar con el proceso de creación.
Es importante que sepas qué es exactamente lo que intentas conseguir, ya que todo tu presupuesto debe elaborarse con un objetivo que alcanzar.
Una vez lo tengas, dependerá del plazo que desees plantear para lograrlo. Este puede ser o a largo plazo (por ejemplo 5 años) o a corto plazo (por ejemplo 3 años).
Puede que sea el punto más relevante. Requiere completa honestidad. En cuanto a los ingresos, debes sumar todos los ingresos fijos que se logre en un determinado tiempo. Usualmente, se cuenta con una mensualidad, como un salario, pensión o pago de rentas.
En cuanto a los egresos, hay que sumar tanto los gastos como las deudas, pagos de servicios, arriendos, gastos recurrentes y ocasionales. Cuando finalices el cálculo de ambos, entonces deberás cotejar ambas cifras.
Así puedes evaluar si tus ingresos alcanzan para afrontar tus gastos y poder ahorrar.
Si encontramos que los gastos son mayores a los ingresos, encontraremos que el presupuesto no tiene razón alguna de ser porque para conseguir tu objetivo necesitas llegar a ahorrar.
Es aconsejable que los gastos, tanto fijos como ocasionales, no superen el 90% de tus ingresos, ya que como mínimo, se espera poder ahorrar un 10% mes a mes.
Entonces, si tus gastos son mayores a tus ingresos, puedes optar entre dos opciones:
Deberás ahora confeccionar tu presupuesto y comprometerte con él. Cúmplelo tan bien como puedas.
Ten en cuenta que aquí entra tu control de los gastos para no exceder tus ingresos. Tal vez al principio sea complicado, pero una vez hayas elaborado tu presupuesto personal, descubrirás dónde haces los gastos innecesarios y podrás reducirlos o eliminarlos.
Deberás verificar a diario tu presupuesto para ir ajustándose a la realidad. Ten en cuenta que si tus ingresos aumentan, no dejes que también aumenten tus gastos en igual tamaño.
Otro elemento a tener en cuenta cuando elabores tu presupuesto es contar solo tus ingresos fijos para los gastos fijos. Así, no te encontrarás con sorpresas de liquidez a la hora de necesitar cumplir con tus compromisos de pago.
Para que alcance siempre el dinero, siempre es bueno hacer uso de una buena herramienta (o app) que te permita llevar un mejor control de las finanzas personales.
Hoy en día, hay apps de todo tipo que puedes descargar en tu smartphone. Y aplicaciones que permitan controlar tus finanzas personales no escasean. Estas son algunas de ellas.
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